El pintor Baldomero Galofre
 

 

II. BARCELONA. FORMACION Y APRENDIZAJE (1863-1871)

 

1. Sans

Hasta mediados del siglo XIX, Sans[1] era un solitario municipio adyacente a Barcelona que estaba constituido por un núcleo de viejas casas que se transformaría rápidamente por la llegada de importantes fabricas textiles, consecuencia del fuerte impulso industrial que tenía Cataluña en este momento. Primero el Vapor Vell (1845) y  posteriormente el Vapor Nou  o La España Industrial (1849) lo estructurarían en una sucesión de barriadas con un peculiar entramado urbanístico en donde las numerosas casas obreras que constituían la ciudad dormitorio colindaban directamente con las grandes fábricas.

 Gracias al empleo proporcionado por don Juan Güell, la familia Galofre se trasladó en 1863 en dicha población, ingresando el padre a trabajar como tejedor en la fábrica textil de producción de panas del Vapor Vell[2].


Lo más probable es que se instalaran en los mencionados complejos de colonias unifamiliares de carácter humilde que se construyeron expresamente para albergar a la gran masa de obreros que llegaban atraídos por la nueva industria.[3] Existen detallados estudios históricos sobre este tipo de habitáculos y todavía hoy podemos contemplar los últimos vestigios en torno a las calles de Pannisards, Blanco y Demóstenes del citado, ahora distrito,  de Barcelona.

La vida del obrero de entonces era muy precaria  pues trabajaban más de once horas diarias incluyendo los domingos. Tales inhumanas condiciones de vida  provocarían en dicha población sucesivas sublevaciones del proletariado, siendo la más significativa como precedente, el atentado mortal que había sufrido en el Vapor Vell  don Josep Sol i Padris en 1855.[4]

 Aun siendo Sans un pueblo de fisonomía marcadamente industrial y que pudiera parecer poco propicio para que se desarrollara una  boyante vida cultural[5], el joven Galofre encontraría algunos personajes vinculados al arte que impulsarían su inicial despegue como pintor. En efecto, en esta población, también vivía otro jovencito que era pobre, que además quedó huérfano a los doce años y que tenía su misma edad y su misma pasión por el arte. Este jovencito se llamaba Jaume Pahissa y Laporta (1846-1928) y pronto se convertiría en uno de sus inseparables compañeros de fatigas[6].

 

 2. Martí Alsina


También en Sans, el célebre pintor Martí Alsina abría un estudio taller[7] donde procedía a iniciar su colosal e interminable cuadro Los defensores de Gerona en la sala grande del casino de aquella población[8]. Es más que probable que la coincidencia de la presencia activa de Martí Alsina en Sans y el hecho que su compañero Pahissa ya asistiera desde 1862 a sus clases[9], acabara por inclinar a sus padres por tomar la determinación de que su hijo ingresara en el taller del mencionado maestro.[10]Este primer periodo de aprendizaje  duraría hasta 1866 y solo se vería brevemente interrumpido cuando en 1865 Martí Alsina tuvo que refugiarse una temporada en Terrassa debido a la epidemia de cólera que azotó Barcelona este año , circunstancia  que también obligó a habilitar el VaporNou como improvisado hospital para atender a los enfermos.

De 1863  data su primer óleo fechado conocido, se trata de una Escena del puerto de Barcelona que conservaba la Sra. Viuda Miró de Reus

 

En este momento, en Barcelona los talleres con más prestigio estaban claramente diferenciados por dos corrientes artísticas, la encabezada por Ramón Martí Alsina que propugnaba el cultivo de un  paisajismo de índole realista, y la dirigida por  José Serra i  Porson que impartía una pintura academicista de género de  salón en la que imperaba el buen gusto a la manera de Meissonier, pintor al que admiró cuando formó su personalidad artística  en París.

Algunas fuentes también han situado al artista en la Academia de Pedro Borrell[11], pero ello es equívoco pues en realidad su alumno fue el pintor de Valls con similar apellido, Francisco Galofre Oller.

 

Al ingresar en el taller de Martí Alsina  se integra a formar parte de la generación de jóvenes artistas  que como José Armet (1843-1918), Francisco Torrescasana (1845-1918), Modesto Urgell (1839-1919), Jaume Pahissa (1846-1919), Simó Gómez (1845-1880), Joaquín Vayreda (1843-1894), Ramón Tusquets (1837-1904) y José Luis Pellicer 1842 -1901) seguirían los pasos del maestro implantando definitivamente la consecución del realismo en la pintura catalana.

Tener como maestro a Martí Alsina, suponía recibir las enseñanzas de paisaje más progresistas en aquellos momentos en Cataluña, superando incluso las impartidas por otros profesores en la propia Academia de Bellas Artes, en las que se continuaba practicando la copia de láminas y donde únicamente  Luis Rigalt desde la asignatura combinada de Perspectiva y paisaje se despuntaba del resto aunque siguiendo todavía un paisajismo de índole descriptivo.

Pero sobre todo suponía el acatar la naturaleza como único modelo válido, obligaba a desarrollar una metodología de trabajo desarrollada al aire libre y era en términos globales, el entroncar, si bien  a través de un realismo matizado, con las corrientes paisajistas francesas contemporáneas que el maestro había bebido de Courbet en sus anteriores viajes a París.  [12]

El propio pintor declararía años más tarde que Martí Alsina le inculcaría en su mente que el sentimiento de la naturaleza era el único y mejor maestro.[13] El aprendizaje y la relación    fueron siempre excelentes y el joven pintor  mostrará a lo largo de toda su vida muestras de agradecimiento hacia don Ramón.

 Las extensas doctrinas de Martí Alsina, ya analizadas por distintos investigadores en estudios específicos[14], se sintetizan en sus postulados por captar la naturaleza como única fuente de inspiración creadora, la defensa a ultranza de su copia directa con el objeto de hallar la verdad visual, la relatividad de los efectos lumínicos y la consideración dada al estudio de los fenómenos físicos, tanto geográficos como atmosféricos que aportarían la debida coherencia global de la obra junto a los aspectos subjetivos del artista.

En el estudio del  primerizo cuadro  Paisaje Ref. 11 fechado en 1866 observamos ya la sumisión del artista a los preceptos del realismo de su maestro.

Durante este periodo, pasaba largas horas paseando por la montaña de Montjuich, situada muy próxima a su domicilio de Sans, en busca de parajes naturales para dedicarse con intensidad a la captación de la naturaleza[15].  Recorría junto a su compañero Jaume Pahissa y en ocasiones con Josep Armet[16] los bosques frondosos que rodeaban Barcelona, siendo sus lugares preferidos Sant Pere Martre, Vallvidrera, Valldoreix y Tibidabo, pero también los cauces del río Llobregat  hasta llegar a  Martorell[17]

En ocasiones, solía desplazarse a su ciudad natal de Reus para dedicarse con intensidad a pintar y dibujar los campos de los alrededores en completa libertad[18].

El sainetista Emili Vilanova[19], que contrajo  en este periodo al igual que su hermano el escultor y dibujante Antoni Vilanova[20],  una gran amistad con Galofre[21], -pues también corrían por las venas de la familia Vilanova  sangre reusense,- nos confirma además el afán del artista por escaparse a los escenarios exteriores y naturales en lugar de trabajar en su estudio[22].


Parece ser que el propio Emili Vilanova compartió durante un tiempo su taller con Galofre ya que además de su consabida afición literaria, llegó a regentar  al igual que el pintor Antonio Caba, un negocio de entoldados y ornamentación que le requerían ciertas prácticas artísticas.

 También en  Sans, Galofre entrará en contacto  con  la  importante comunidad gitana que lo poblaba, tal como nos lo explica Andreu Casanovas: .Entre els forasters se poden contar los gitanos que han fet sempre llinatge a part y han viscut o aparentat viure molt sumisos a la autoritat[23]. Aunque un testimonio más vinculante lo relata Pompeu Gener refiriéndose al amigo de Galofre, Emili Vilanova, que se dedicaba a instalar los entoldados para fiestas[24]; Els gitanos eran arrieros, traficants de cavalls que celebraven la festa a Sants... An Emili Vilanova li va tocar el fer l´envelat d´aquests ultims. ¡Si en van dir de xistos i si en va fer d´observacions al d´ escriure´s nos la festa d´aquells manos ¡[25] Estas ultimas observaciones de Vilanova  se reflejarán una y otra vez en la obra que Galofre realizará al cabo de un decenio. Es como si estas imágenes de la población gitana se le hubieran quedado grabadas en la retina para pasar a despertar años más tarde cuando sufra un auge el costumbrismo pintoresco y anecdótico, y cuando la luminosidad y la riqueza de elementos cromáticos se impongan  a la austeridad pictórica de ahora.

 Incluso su maestro Martí Alsina no sería ajeno a dicha temática pues no lo testimonia  la obra  La Colla dels Gitanos (13).

 

3. Etapa de bohemia


Los primeros esbozos singulares y algo estrafalarios que definirán su futura personalidad empiezan a aparecer en estos momentos y podemos englobarlos dentro de un periodo crítico peculiar de un  joven adolescente

Baldomero estimaba que el artista no era una persona común pues lo consideraba un ser superior, por lo que debía diferenciarse mediante una forma pintoresca en el vestir.

Por eso al realizar sus excursiones artísticas, portaba una barretina, una manta a modo de bufanda que le cubría medio rostro y una mochila a lomos de su espalda[26]. Dicha indumentaria y desparpajo en el vestir provocarían varias situaciones anecdóticas como las ocurridas a su compañero Jaume Pahissa que en más de una ocasión fue arrestado por la guardia civil cuando vagabundeaba por los caminos debido a su aspecto andrajoso[27].

Son también momentos de gran precariedad económica, en cuanto había días que no podían abastecerse ni de  lápiz ni de  papel y entonces se tenían que limitar a realizar lo que llamaban estudios de observación que consistían en absorber y retener mentalmente lo máximo del natural con el objeto de ejercitar la memoria.

 En la ciudad daba muestras de un carácter romántico extremadamente sensible y a menudo le sucedían pasajeras crisis emocionales También dedicaba parte de su tiempo en practicar su otra afición, la guitarra, que tocaba con gran maestría, y con la que le placía interpretar melodías para enamorar con éxito a las mujeres.  [28].

Y es que en la Barcelona de aquel entonces, bullía una atmósfera especial de agitación bohemia y cultural. El dramaturgo Federico Soler (Serafí Pitarra)[29] redactaba sus famosos singlots poétics y contertuliaba desde la rebotiga  de su relojería con una agrupación dispar de hombres de artes y letras como Conrad Roure, Albert Llanas, José Luis Pellicer, Modest Urgell y Albert Almirall  donde fraguaban ensayos teatrales de carácter humorístico.[30]


Junto al editor Inocencio López  promovían publicaciones de marcado acento picante como Un tros de paper, El Noy de la Mare, El Tiburón, en las que Tomás Padró  con el cual Galofre trabó amistad, se deleitaba con sus dibujos satíricos.

Los artistas por su parte se reunían en  los denominados famosos Talleres y Pisos[31], variopintos  lugares de ocio, entre los cuales cogerían fama el taller Embut y el taller Baldufa y en los que ofrecían  singulares representaciones de teatro, música y de sombras chinescas.

 La llegada del realismo provocó en el mundo artístico barcelonés el surgimiento de dos grupos bien diferenciados por Feliú Elías[32]: los realistas que  se caracteritzavan per una psicología barroera, plebea, pagesisola i brutal y los románticos entre los que se incluía en estos momentos a Galofre y que apreciaven la feblesa com una virtut, la passivitat com una distinció, la pusil.laminitat com un refinament, deixaven dir, deixaven fer, creguts que la seva actitut era ja una resposta digna, convençuts que amb llur aristocratic menyspreu en tenien prou per a confondre i aixafar la trepa realista.


A nivel ideológico, si bien Galofre seguía las directrices de índole realista  propugnadas por Martí Alsina, en  el fondo,  no se sentía totalmente identificado con sus dogmas militantes, puesto que en ocasiones dejaba volar su imaginación  para recrear con recursos más artificiosos la representación de los paisajes, y es que  su arrebatado temperamento cuando se enfrentaba a la naturaleza le aturdía y le  empujaba  a sintonizar con  ciertos ideales románticos. Esta indefinición y desorientación ideológica  fue muy característica de los artistas de entonces.

 En otras ocasiones, practicaba un tratamiento pictórico realista del paisaje pero enmarcado por  una escenografía un tanto agigantada de la naturaleza-a veces valiéndose de perspectivas en panorámica- que contrastará con la  pequeñez solitaria del ser humano.

De hecho sabemos que en 1866, junto con el grupo de los artistas denominados románticos, el artista solía reunirse detrás de la Catedral a la hora del atardecer para cantar serenatas acompañadas por bandurrias y laudes. Los pintores Felipe Masó, Ramón Amado[33], Antoni Caba[34] y Tomás Moragas fueron algunos de los compañeros de sus momentos de ocio y esparto.

Por otro lado, el grupo rival de los realistas[35], estaba compuesto entre otros por Modesto Urgell, Luis Labarta, Eusebi Planas, Simón Gómez, Torrescasana, Mas y Fondevila, Planas,  y su maestro Martí Alsina.

Según relata el implicado Lluis Labarta  en el libro de Feliú Elías sobre el pintor Benet Mercadé[36], un día en que coincidieron los dos grupos a canturrear sus consabidas serenatas en los aledaños de la Catedral, se produjo un altercado y los dos bandos acabaron a garrotazo limpio. Desde entonces se hizo popular en Barcelona  la frase aixafar la guitarra.

Este incidente pudo ser como un preludio de su inminente  ruptura con Martí Alsina, pues este mismo año,  el maestro, preso de un ataque de nervios provocado por  una broma de mal gusto de sus alumnos, los decidió mandar a todos a la calle.[37]

Pero parece ser que ya Martí Alsina tenía la intención  premeditada de consagrarse por entero a  sus tareas pictóricas y dejar de lado sus funciones docentes[38], pues la fecha de 1866 coincide con la constitución de la sociedad  Elías y Martí, que fundaría junto a Miquel  Elías i Marchal con el fin de comercializar su extensa producción. [39]El hecho de poner fin a sus labores docentes lo corrobora también el hecho que este año renuncia por razones políticas a su cargo de profesor de la Academia de Bellas Artes de Barcelona

 El fin de la docencia tampoco significó una ruptura en el aspecto personal entre ambos, ya que a los pocos días Martí Alsina escribió una carta al padre de Galofre donde exponía  lo sucedido y que no por eso dejaría de interesarse por el joven que había nacido para artista[40].

Por otro lado, Galofre mantendría durante toda su vida un respeto profundo, rayando en admiración  hacia él, que se verá confirmado cuando en 1886 al regresar de Italia, le dedique a su antiguo maestro palabras de elogio.

 4. La Academia de Bellas Artes

Tras finalizar el aprendizaje en el taller de Martí Alsina, Galofre decide cursar en 1866 sus estudios en la Academia de Bellas Artes de Barcelona.


 Las crónicas nos indican que el motivo fue debido a  que varios de sus compañeros que querían optar al primer premio de paisaje que convocaba la Academia le retaron, diciéndole que aunque se presentase, no obtendría la máxima recompensa.[41]

El artista, contrario por su naturaleza independiente a las enseñanzas académicas[42], hizo prevalecer en esta ocasión todo su orgullo y pronunció las palabras el dueño de la medalla soy yo.[43]

Se inscribió en la Academia, se presentó a las oposiciones y obtendrá  finalmente como veremos el máximo galardón[44].


La instancia de Galofre en la Academia fue breve pero satisfactoria en las calificaciones. En el primer curso 1866-67 obtuvo sendos sobresalientes[45] en las disciplinas de copia de estampa  y copia del natural que conformaban entonces la asignatura de paisaje[46]. En su mismo curso figuraban matriculados otros  artistas  como Josep Balcells (1854-1891), Emili Casals (1843-1928), Alejo Clapés (1850-1920),  el escenográfo Joan Francesc Chia (1852-1918),Simón Gómez, Francisco Inglada (1850-1903),José Juliana  (1844-1890), Enric Monserdá (1850-1926)Federico Masriera, Ramón Padró (1848-1915), Juan Planella (1850-1910), el paisajista oriundo de Vilaseca, Joan Rabadá (1850-1899), Agustí Rigalt(1846-1898) y Modesto Teixidor (1854-1927)


Pero sobre todo destacan las figuras del escultor Antoni Vilanova  que como ya hemos anotado, Galofre era intimo amigo de su hermano el sainetista Emilio, y sobre todo el de Arcadio Mas y Fondevila  , artista que lo rencontrará Galofre en Italia cuando este obtenga la plaza de pensionado por la diputación de Barcelona.

De su etapa académica se conservan dos dibujos a la pluma Cabeza de mujer   y Estudio de caballos   que denotan ya una significadora soltura y expresividad

 El mismo año presenta por primera vez sus obras en la Exposición de objetos de arte que celebraba la mencionada Academia de Bellas Artes de Barcelona con los cuadros Els Traginers (Cuadro de costumbres catalanas) cuyo paradero desconocemos y un paisaje[47] .

 Su primera crítica, que aparece en el Diario de Barcelona se limita a decir que la obra Els Traginers,  está descuidada en el dibujo pero que se advierten cualidades de colorista[48]. De hecho la figura del “traginer catalán”, tal como nos lo retrata también  su compañero Simón Gómez, sería ensalzada en muchos de sus cuadros posteriores debido a su especial aposento y su condición de hombre errante que viaja a través de los pueblos.[49]

En la misma exposición tiene ocasión de contemplar  las  obras UnaOdalisca, El florentino y El Contino de su compatriota Fortuny pero que no ejercerán todavía en el joven artista ninguna influencia relevante pues Galofre está sumido de pleno en el realismo de la pintura de paisaje. Otros artistas reusenses que participan en la muestra son Cayetano Benavent y Joaquín Tapiró.

 El que sí parece que empieza a despertar cierto interés para Galofre es el dibujante Gustave Doré del cual toma como modelo para realizar su cuadro Pareja de peregrinos Ref. 20 (B) de la composición del grabado de Doré Mendigo centenario con su nieta Ref. 20 (A) que aparece publicado en el libro del Barón Charles Davillier sobre su Viaje por España.[50]

 Tampoco será la última vez que Galofre se inspire en modelos de Doré, es más,  los tomará posteriormente como referencia cuando se traslade a Madrid y sobre todo cuando inicie años más tarde su repertorio sobre las costumbres españolas. De hecho este primer conocimiento del concepto de Viaje por España de Davillier sería el punto de partida de su futuro y ambicioso proyecto pictórico de España.

 

 En el segundo curso 1867-68 de la Academia, Galofre prosigue sus estudios artísticos[51] pero los interrumpirá repentinamente debido, a mi entender,  al siguiente suceso.

paisaje y como consecuencia  de ello, es invitado en enero de 1868 a exponer por primera vez de forma individual una importante muestra de sus pinturas y estudios de paisaje en el Salón de San Jorge de Barcelona. A raíz de ello, aparece el 4 de febrero en la prensa Barcelonesa[52] y posteriormente en la madrileña[53] , una reseña crítica de la exposición firmada por C. que si bien en su primera parte es benévola, en la parte final arremete gravemente contra él.

Al principio, la crítica es interesante puesto que vislumbra ya las dualidades que Galofre impregnará a su obra, es decir, una negación de someterse a la simple copia del natural y una voluntad de alcanzar la belleza de la misma por medio de elementos artificiosos.


Seguidamente, el texto se hace más duro y contundente contra el artista, pues le recomienda que abandone el carácter pretencioso de sus cuadros, que se limite a copiar moldes de yesos griegos donde aprenderá la corrección, la  pureza y la armonía lineal que no alteran ni el vigor ni la gracia de la naturaleza y le sugieren un aprendizaje en Madrid   donde el Museo ofrece ejemplos que le serían útiles; pero si la desgracia se lo impidiese, nos tomaremos la libertad de aconsejarle que por ahora no abarque tanto.

Es indudable que tales agravios afectarían gravemente a una mente y a un espíritu tan frágil y sentimental como el del joven Galofre, pues seis días después de la aparición de la crítica, el 10 de febrero, se le da de baja en la Academia de Bellas Artes por falta de asistencia, precisamente de dibujo de Antiguo[54].


En cuanto la recomendación de ir a Madrid, Galofre la acatará  dos años más tarde pero no con la pretensión de copiar las obras del museo sino con la de seguir plasmando la naturaleza que le brindará en esta ocasión los cauces de la ribera del río Manzanares.

Previamente, el 9 de febrero se había procedido por parte de la Academia al acto ceremonial de la entrega de premios a los alumnos, procediéndose a entregar el correspondiente al de Paisaje por el natural a Galofre[55], pero desconocemos si se presentó a la recogida del mismo debido a su enfado.[56]

 

Galofre. Pareja de peregrinos

Tras abandonar los estudios en la  Academia, Galofre se dedica a presentar sus paisajes en distintos certámenes expositivos.

Buena muestra de las producciones paisajistas que realizó  fue los Siete Países pintados al óleo y Dos estudios del natural ejecutados al Lápiz que expuso en 1868  en la Exposición Aragonesa de Zaragoza[57], muestra que no tuvo en su conjunto los frutos esperados[58] y donde coincidió con  los artistas Joaquín Agrasot  que presentó  la obra  Labradores y gitanos en la Feria de Orihuela, una temática que luego Galofre practicará hasta la saciedad y con Francisco Pradilla, artista que lo rencontrará de nuevo  en Madrid y en Roma

Gustave Doré. Mendigo centenario con su nieta

A finales de diciembre presenta de nuevo en Barcelona una serie de ocho paisajes cuyos títulos hacen referencia a áreas próximas a Barcelona como Vallvidrera, Cerbelló, el río Llobregat y Montjuich[59]. Entre ellos también encontramos dos paisajes que se explícita en el catálogo que son del natural  y otro con la indicación sugerente de fantasía.


Un ejemplo de la obra pictórica que produce el artista en este momento nos la ofrece la pintura Paisaje del Vallés en la que el artista  siguiendo los postulados de Martí Alsina  se decanta al igual que su maestro en la obra Paisaje  por una concepción agigantada de la naturaleza. Lo mismo podemos aplicar si comparamos Paisaje Catalán (21) con Paisaje con pitas[60]  (22) de Martí Alsina, donde Galofre se recrea con el juego de formas y elementos naturales que conforman el paisaje, incidiendo en las sinuosidades dinámicas de los elementos vegetales frente a las figuras estáticas algo convencional de los campesinos. También pudiera ser que Incluso está documentado que en este periodo, en muchas ocasiones, los pintores ubicaban las figuras en sus paisajes más por condicionamientos comerciales que por razones puramente pictóricas.


En otros paisajes, los matices y texturas sucias y térreas propias de Martí Alsina, dejan paso a colores más nítidos y de dibujo más descriptivo  que Galofre sitúa mediante vistas en panorámica, y que reflejan su paso por la enseñanza del pintor Luis Rigalt en la Academia de Bellas Artes, como es el  caso de la pintura Paisaje panorámico (23).

 

 5. Libertad y crisis

 Pero al cabo de un cierto tiempo de abandonar sus estudios, Galofre, ya libre de obligaciones, decide recorrer y explorar los campos y montañas del sur de Cataluña para pintarlas de natural.


El mismo declararía que durante este periodo  viviría de forma solitaria, estudiando todo sobre si mismo y captando personalmente sus impresiones sin mediación de ningún  intérprete. Se dejaría llevar por su instinto, escuchando los impulsos de su cerebro y corazón  para determinar el conocimiento de las formas y  el sentir de los colores. Pero estos largos años de comunión con la naturaleza le engendrarían un exacerbado amor por la soledad que se incrementaría con el tiempo[61].


Es en este periodo de introspección y ensimismamiento cuando muchos de sus cuadros se apartan bruscamente del realismo para adentrarse en visiones  más fantasiosas de la naturaleza  y por el uso de colores un tanto artificiosos  en sus creaciones, como en  Paisaje (1868).

 

En las excursiones que realiza, rehúye de toda compañía  y se enfrasca de forma desenfrenada a recorrer los  pueblos y paisajes para captar con ansiedad  la madre naturaleza. Pero estas excursiones mermarían su angustiosa soledad que unida a su arrebatada imaginación, le llenaba de fantasmas, aventuras, deseos e imágenes que fatigaban su espíritu y quebrantaban su delicado organismo[62].


Esta primera embriaguez de su cerebro, unida al cansancio del excesivo trabajo le condujo a un estado de postración y abatimiento que dio al traste con su salud por lo que sus padres tuvieron que prohibirle de proseguir con sus solitarias excursiones y obligarle a dejar los pinceles.

Parece ser que el suceso en cuestión sucedió cuando “la contemplación de una soberbia puesta de sol le produjo un fuerte accidente nervioso” y encontraron al artista con sus apuntes rotos en mil pedazos y su camisa llena de girones.[63]

 Un óleo representativo de este momento anímico del artista  sería el paisaje  Trabajos en el campo (24) (Banco Sabadell) fechado en 1869 en la que el artista abandona la estética formal del paisajismo convencional para pasar a ahondar en los aspectos más lumínicos y atmosféricos y en donde la figura humana  empequeñecida por  la naturaleza  intenta huir hacia el exterior del cuadro.

 Otro critico que coincide igualmente con Miguel i Badía[64] añade que en este periodo Galofre cultivaba la pintura más como entretenimiento de aficionado que con perseverancia profesional: y que vegetó algunos años en ese estado de salud y desconfianza en sí mismo, en que a menudo yacen, se amilanan, se aburren y se pierden los hombres de talento, si una feliz coyuntura o una mano protectora no les arranca y, aun a su pesar, no les impulsa a salir de su ensimismamiento, librándoles de esa dolencia terrible del cuerpo y del espíritu, que algunos llaman nostalgia del cuerpo.[65]

A partir de 1869 las temáticas de sus paisajes abarcan ya únicamente la comarca de Tarragona, circunstancia que interpretamos como un traslado del artista a su ciudad natal de Reus.

Hacia  1870  conocemos sus primeros trabajos fechados realizados a la acuarela, posiblemente pudo haberse reunido de nuevo con Domenech Soberano en esta localidad y haber profundizado en esta técnica del cual Soberano era un especialista.

Las acuarelas representan vistas de rincones pintorescos de los pueblos de la provincia de Tarragona y siguiendo la toponimia de los nombres podemos establecer incluso una trayectoria perfectamente definida del recorrido que realizó; Vilallonga del Camp, Alcover, Valls, La Plana, Montblanch, L´Espluga de Francolí...

En ellas encontramos una mayor preocupación del artista por las arquitecturas rurales, en las que se recrea forzando contrastes de luz y sombra con las líneas que describen  las arcadas y demás elementos constructivos, provocando también diversos juegos espaciales dispuestos en distintos planos como en  Patio de Altafulla (25)

(26). Galofre. Escena rural, 1871.


También en varios óleos el artista plasmará las arquitecturas de los pueblos como en la obra Escena rural (26)  que parece tener su fuente de inspiración en obras de Claudio Lorenzale como Vista d´un carrer de Viterbo (Circa 1848-1849). (27).

 En  esta serie de obras coloca siempre figuras de campesinos  y en otros asnos y caballos generalmente aislados y en actitud de reposo que amplifican aun más la sensación  de quietud de la vida rural.


Esta primera serie las expondrá en enero de 1871 junto a otros óleos sobre tela de temática similar   en la Casa del Sr. Monter de Barcelona[66], las cuales reciben ciertos elogios de la crítica pues El señor Galofre...ha dado a conocer con las obras que en el día tiene expuestas, que maneja el pincel con igual facilidad y con mayor soltura si cabe que en las pinturas al óleo en las pinturas a la aguada, pues tienen estasextraordinarias cualidades de ejecución y una riqueza y vigor de colorido dignos de toda clase de elogios.[67]

 Respecto a los cuadros al óleo, acentuará  el movimiento de sus celajes  a la vez que hace uso de una mayor gama de tonalidades verdosas –algunas vivas- consiguiendo una mejor  atmósfera en su conjunto.

Galofre. Paisaje con encinas. 1871

En su serie de Paisaje con encinas (1871) (Ref. 28) una de las obras  más interesantes de este periodo observamos ya una cierta ruptura con Martí Alsina a la vez que conecta de alguna forma con los matices y las atmósferas envolventes de las formas de Joaquín Vayreda. Los campos verdes y las curvas moduladas por el follaje de los arboles dejan atrás la ruda  textura terrea, los agrestes cactus y los abruptos accidentes del terreno de  paisajes  anteriores similares, de hecho esta obra es una variante del Paisaje con encinas  (1868) (ref. 29) La composición la constituyen ahora el juego de formas repetitivo y volumétrico de las copas de los arboles las cuales  las tamiza progresivamente mediante nebulosas de cerca a lo lejos, como si constituyera un divertimento académico sobre las reglas que rigen la lejanía por medio de la difuminación de los elementos en diversos planos de profundidad. Las figuras, en actitud pasiva, adquieren al mismo tiempo un aspecto  más secundario en el paisaje


Finalmente apreciamos, fruto del eclecticismo un tanto   dispar y propio de un pintor adolescente, de una búsqueda de simplicidad de elementos y composición que adquiere su máxima expresión  en  otras obras como la  titulada  La barca (1871)  (ref. 30).

 

6. Primera tentativa de ir a Italia. Víctor Balaguer.

Pero pronto  Galofre se percata que se encuentra en una situación de perspectivas  estancas y que no encuentra las adecuadas motivaciones de carácter artístico en su territorio. Porque de hecho, lo que todo artista anhelaba en estos momentos era dirigirse a la capital del mundo artístico, Roma.


En parte deseando emular también a sus compatriotas reusenses Fortuny y Tapiró que ya aparecían triunfantes tras su paso por tierras transalpinas. Galofre deseaba ampliar sus conocimientos y sobre todo emanciparse para dejar de ser una carga para sus padres

 

Para ello el padre de Galofre iniciará como veremos  una serie de contactos con personajes políticos con el fin de recabar recomendaciones y en cuyas gestiones desconocemos si pudiera haber intervenido su hermano, el pintor José Galofre pues era como hemos anotado, un hombre altamente relacionado con las esferas del poder.

 Primeramente su padre intentará buscar una recomendación política para sus intereses a través del General Prim que también era originario de Reus y con el cual mantenía cierta relación[68], pero tras morir Prim  en el atentado del 27 de diciembre de 1870 se quedarían sin valedor por lo que buscaron un nuevo personaje de influencia en la figura del político y escritor catalán Víctor Balaguer

 Precisamente Balaguer había coincidido en el gobierno con Prim cuando tuvo lugar el desgraciado atentado mortal.

En 1869 saldría elegido como diputado y le encargarían al año siguiente la importante misión  de comunicar a Amadeo de Saboya su elección como rey de España por lo que el 24 de noviembre partió rumbo a Florencia con el objeto de acompañarlo de regreso a la península.

Pero cuando  al volver a  España estaban a punto de desembarcar en Cartagena tendría  lugar el mencionado atentado contra Prim.

Durante este tiempo Víctor Balaguer frecuentaba desde su casa de la calle de la salud  de Madrid  numerosas tertulias con artistas y escritores al mismo tiempo que recibía numerosas peticiones de numerosos catalanes que buscaban triunfar en la villa de la Corte[69].  La mayoría pedían recomendaciones para encontrar negocio o trabajo. Balaguer sería  nombrado Ministro de Ultramar en 1871.

 

El padre de Galofre, que no mantenía relación directa con Víctor Balaguer, decidió  pedir la mediación de su amigo el político Ramón Damón para que intercediera ante Balaguer en favor de su hijo, y en concreto que transmitiera sus demandas  ante el nuevo rey Amadeo de Saboya.

 

El día 22 de abril, Ramón Damón envió una primera carta[70] pidiendo favoritismo a Balaguer en la que le exponía que Galofre era la admiración de los Rigalts, Lorenzales y hermanos Casamitjanas mas este joven es pobre e hijo de un honrado liberal y  sobre todo que tenia que interceder delante del nuevo rey para que le diera la real Protección para estudiar en Italia.


En una segunda carta fechada el 7 de mayo[71] dirigida de nuevo a Balaguer como respuesta a su contestación, Ramón Damón sigue insistiendo y dice que  Veo y comprendo bien lo que me dices del Rey, no dudo de la buena voluntad y supongo lo muy asediado que le tienes, sin embargo te doy las gracias en nombre de los Padre e  "hijo" Galofre porque a pesar de ello dices "intentarás" por el "cuanto puedas por si puedes conseguir algo y por mi parte también te las doy y en la que también nos relata lo que esta realizando Galofre en estos momentos: Según he podido traslucir creo que el joven está trabajando en un álbum de las bellezas y recuerdos de Cataluña para mandártelo sabiendo como sabe el amor y cariño que profesas a nuestra patria Cataluña.

Efectivamente, prueba de ello es la carta que el mismo Galofre dirige a Víctor Balaguer el 3 de septiembre[72]  y en la cual le incluye unos estudios y confirma que el álbum que le habló el sr Damon será un verdadero viaje por nuestra querida Cataluña.


El trato de favor por parte de Víctor Balaguer ante el Rey Amadeo no se hizo esperar, pues intercedió para que le obsequiara con un cuadro “un paisaje de crepúsculo vespertino[73] al monarca  Amadeo de Savoya, que se expuso en Madrid en 1871 y obtuvo por dicha causa la condecoración de Comendador de la orden de Carlos III el 23 de septiembre de 1871[74].

Víctor Balaguer, por otra parte mantendrá una larga amistad con el artista y conservará una gran colección de obras de Galofre pertenecientes a este periodo en su casa de Santa Teresa[75], adjunta al museo de Villanueva i la Geltrú.

En estas cartas destacamos ya en Galofre la noción  expresada de viaje pictórico o Álbum de Catalunya, como una concepción de viaje que desarrollará muchos años más tarde a través de las distintas regiones españolas.

 Otra prueba de la diversidad de fuentes de inspiración del artista es la obra Sendero en el bosque (1871)  (ref. 32) que se basa un tanto en el dibujo Jardín botánico (1868) de Luis Rigalt.

 En mayo prosigue su marcha expositiva y se presenta con una nutrida selección de once obras en la Exposición de Bellas Artes de Barcelona[76]. La temática expuesta confirma su presencia en tierras catalanas y especialmente en la provincia de Tarragona. Se trata de ocho paisajes, algunos de Ripoll, Torredembarra y Vespella, dos escenas de interior titulados entrada al redil e interior de un establo y de un boceto titulado la tempestad.

La crítica no le es muy favorable pues según Miquel i Badía. Baldomero Galofre no ha puesto gran empeño para figurar en esta exposición al igual que en las anteriores[77] a la vez que el crítico resalta las nuevas composiciones de otro joven pintor: Modesto Urgell que ha puesto en boga los últimos momentos del crepúsculo vespertino, los cielos despejados y las líneas horizontales[78]. Resaltamos a Urgell porque en los paisajes que realizará Galofre durante este corto periodo  tendrán muchas similitudes con este artista como en Atardecer en el pueblo (1872)  (ref. 34) y como el paisaje vespertino (1871) que fue condecorado por el rey Amadeo. Buscará la línea horizontal, una cierta melancolía, y los atardeceres crepusculares característicos... Los títulos de los cuadros harán referencias al igual que Urgell a paisajes crepusculares como la obra Ultimo Crepúsculo vespertino después de la lluvia que presentaría en la Exposición barcelonesa de 1872.

Otro dato significativo es su nuevo cambio de domicilio, ya que en el catalogo de la exposición figura como residencia del artista, la calle de Ronda 97 piso 3º. Lo que presupone su fin de estancia en Sans como consecuencia quizás de un cambio laboral que afectase al trabajo de su padre en el Vapor Vell.

 

[1] Entonces Sans formaba un municipio independiente de Barcelona. Según el censo de 1860 contaba con 1.000 casas y 8.000 habitantes. Se agregó definitivamente a Barcelona en  1897.

 

[2] El Vapor Vell es la denominación popular de la fábrica “Guell, Ramis y Cia” fundada por Juan Güell i Ferrer en 1844.Se dedicaba a confeccionar tejidos de algodón, estampados, indianas, cretonas y percals. Se trasladaria en 1891 a Santa Coloma de Cerbelló (Colonia Güell). Materials per una didáctica del Vapor Vell. Collectiu de l´escola de Mestres de Sants-Les Corts. Sants 1985 y El cost d´un Vapor. El Vapor Vell. Edicions de l´arxiu historic de Sans. 1988

 

[3]Es tracta d´habitatges unifamiliars de planta baixa i pis, la modulació de lámple de parcel.la es en general d´uns 4 metres...F.X. HERNANDEZ, A. HERNANDO, G. LOZANO, J. ROMANÍ. Habitatges a barris obres a Sants 1830-1880. Arxiu historic de Sants 1984.

 

[4]Sants. Cent anys d´industriualització.Elements de recerca escolar.Col.lectiu de l´escola de mestres de Barcelona. 1982.

 

[5] En 1865 se inauguró El Ateneo de Sants.

 

[6] JACINT LAPORTA Biografía de Jaume Pahissa i Laporta. Galerias Areñas, Barcelona 1928.

 

[7] Martí Alsina llegó a tener numerosos talleres; Tres  que se comunicaban en la Riera de San Juan , uno en Sans, uno en la calle de Ronda 161 y dos en la Barceloneta frente al mar. JOAQUIM FOLCH I TORRES. El pintor Martí Alsina. Pág. 70. Barcelona, 1920 y Rafols.

 

[8]  El cuadro, que se conserva en la actualidad en el Museo de Arte Moderno de Barcelona, es de tales proporciones (5,40 x 11,90 metros) que le llevó años para su realización. Sabemos  que ya en 1859 Martí Alsina procedió a iniciar la obra gracias a una carta dirigida al artista el 14 de octubre de este año y que menciona Joan Ramón Triadó.

 

[9] Pahissa, siguiendo la voluntad de su padre, inició en primera instancia sus estudios con el arquitecto barcelonés Francisco Soler y al quedar huérfano quedó bajo la tutela de su tío el maestro Francisco Laporta. Pero inmediatamente después, en 1862 se  incorporó en el taller de Martí Alsina  gracias a la mediación de su amigo el pintor Emili Sivilla Torres .Texto biográfico del Album Pahissa. Reproducciones artísticas. Editorial Ambos Mundos.Barcelona.Sin Año y CARLES CAPDEVILA “Jaume Pahissa i Laporta” La Publicitat, 29 enero 1928.

 

[10]La Ilustración, 21 noviembre 1886

 

[11] Pedro Borrell (1835-1910) abrió una Academia de dibujo y pintura en 1868 en Barcelona de la cual fueron discipulos suyos Román Ribera, Adríá Gual, Ferrer i Miró, Ricardo Canals, Xavier Nogués, Jose María Sert y sus hijos Ramón y Julio Borrell.

ANDREA PASCUAL Pere Borrell.Un mestre de pintors.Barcelona 1999

 

[12] Viajes realizados a Paris en 1848 y 1855  JOAN LIPTON “Ramón Martí Alsina i el desenvolupament del realisme catalá”. Revista de Catalunya, Barcelona, octubre 1986

 

[13] EDWARD BOWEN PRESCOTT “Modern Spanish Art” en Harper’s New Monthly Magazine. Nueva York, marzo 1888

 

[14] Los postulados teóricos de Martí Alsina están ampliamente expresados en sus escritos íntimos que conserva Carles Martí y que han sido posteriormente recogidos y analizados por varios autores:

FOLCH I TORRES El pintor Martí Alsina 1920, JORDI A. CARBONELL “Aspectos teóricos del paisajismo catalán ochocentista “en Cien años de pasiajismo catalán y J.R. TRIADÓ “La ideología artística de Ramón Martí Alsina “Actas del VIII Congreso Nacional de desenvolupament del realisme catalá. Revista de Catalunya. Octubre 1986.

Referente a su posición en 1863, Martí Alsina la expresa claramente en su discurso Los orígenes naturales del Arte pronunciada en la sesión pública del 8 de noviembre de la Real Academia de Bellas Artes de Sant Jordi. Anales y Boletín de los Museos de Arte de Barcelona, abril 1944

 

[15]Tot lo dia´l passava a Monjuic dibuixant. Si´l Castell y la muntanya haurian de ser d´ell perque´l te voltat, midat y copiat.; que no hi há sargantana qu´ell no haja conegut als seus avis, ni flor ni planta olorosa que no sápiga de quina llavor vé, y ahont va criarse per primera vegada. EMILI VILANOVA “Baldomero Galofre” La Ilustració Catalana, 31 octubre 1886.

 

[16] “Los artistas que mueren. Jaime Pahissa Laporta”.  en Hoja Oficial de la Provincia de Barcelona. 6 febrero 1928 y NARCIS OLLER “Jaume Pahissa” en Obres completes, Barcelona 1948

 

[17] De company moltes vegades amb en Baldomer Galofre, que encara que fill de Reus, era veí de Sans, passá mesos i anys corrent pels boscos, allavors frondosos que enrondaven Barcelona... JACINT LAPORTA Biografía de Jaume Pahissa i Laporta. Galerias Areñas, Barcelona 1928

 

[18] A. FERRER. Reus Artístic, octubre 1890.

 

[19] Emili Vilanova (Barcelona 1840-1905) Novelista y narrador, figuró entre la pleyade de escritores que desde 1864 diera vida en Barcelona al teatro, al periódico y a la revista satírica .Destacaron sus colaboraciones en este periodo en los semanarios Un tros de Paper, Lo Mestre Titas (1868), La Barretina, La Rambla, La Pubilla y Lo Somatent.

Posteriormente editaria varias novelas de costumbres entre las que destacan Gitanesca (1876), Quadres populars (1885), Escenas Barcelonines (1886) y Pobrets i alegrets

 

[20] Galofre mantendría a lo largo de su vida una fuerte amistad con  Antoni Vilanova (Barcelona.1842-1912.)  Además de coincidir en el mismo curso en la Escuela de Bellas Artes, le nombraía posteriormente como albacea en el testamento que haga el 25 de noviembre de 1893.

 

[21]Ves sin som de companyeros. Fa més de vinticinch anys que´ns dihem tu. Calcula si´l conech. Afirmaba en 1886 EMILI VILANOVA. “Baldomero Galofre” La Ilustració Catalana, 31 octubre 1886.

 

[22]¡Al  estudi! Casibé no li veia may. EMILI VILANOVA, La Ilustració Catalana, 31 octubre 1886.

 

[23] ANDREU CASANOVAS. Monitor de Sans 1851.

 

[24] Aparte de su faceta de novelista, Vilanova ejerció a partir de 1860 de adornista puesto que era hijo de un acomodado fabricante de arañas de cristal y decorador de salones para fiestas, amplió esta industria hasta conseguir que su empresa fuese una de las más activas en el arte de decorar suntuosamente los locales en los grandes festejos populares de Barcelona.

 

[25] POMPEU GENER.” L´amich Vilanova”. Joventut, 24 agosto 1905.

 

[26] A. FERRER Reus Artístic, octubre 1890

 

[27] “Jaume Pahissa i Laporta” La Publicitat, 29 enero 1928

 

[28].Enamorant minyonas sempre, fent la victima y desdonat dels metges, que no li trobaren causa y qu´elln deya malurias del cor, penes del sentiment, que li ocasionavan avuy una rossa que no´l podia estimar més y l´endemá una morena que li feya veure’ ls ulls blaus; y tot per la eterna questió de regatejarse qui adorava millor y ab més merit l´un a l´altre. Y está clar que guanyaba el nostre artista; perqué, aixis que havia apurat tots els excessoss de la palica enamorada, allavors, ab la guitarra (s´ha de dir que la toca ab un gust y sentiment exquisidissim) las rendía y las guanyava, honestament parlant, y quedava més volgut de la rossa y de la morena per las finesas y encisos que feya dir á la guitarra.

EMILI VILANOVA “Una visita” La Ilustració Catalana, 31 octubre 1886

 

[29] En años posteriores está documentada una relación de amistad entre ambos.En 1886 Federico Soler le firmaría la aureola de homenaje en su exposición de 1886.Al fallecer el escritor, Galofre enviaría una carta de condolencia a su familia.

 

[30] CONRAD ROURE  Recuerdos de mi larga vida  Barcelona 1926

 

[31]Los Talleres eran grandes departamentos, con salas amplias y bien dotadas de luz que tomaban en arriendo algunos alumnos de la Escuela de Bellas Artes, Llotja, para practicar en ellos sus estudios artísticos, pintura o escultura,... ALFONS ROURE. La rebotiga de Pitarra. Barcelona 1946.

 

[32] FELIU ELÍAS Benet Mercadé, la seva vida i la seva obra. Barcelona 1921,

 

[33] La asociación por parte de Galofre con Antonio Caba nos permite suponer que pudiera concurrir al conocido “Taller de Caba” en la que el mencionado pintor compartía junto a Tomás y Ramón Padró. Por otro lado, un retrato de Ramón Amado realizado por Antoni Caba fechado en 1864 y que se encuentra en el museo de arte  Moderno de Barcelona, confirma la vinculación entre ambos en el mencionado grupo de los románticos.

 

[34] Prueba del transitorio paso del romanticismo por Caba es la realizacion de la obra L´heroína de Perelada expuesta en la Nacional de Madrid en 1864.

 

[35] La mayoría del grupo pertenecía al Taller Baldufa, creado en 1865 en la calle Beato Oriol por los antiguos componentes del Taller Rull.

 

[36] FELIU ELÍAS. Benet Mercadé, La seva vida i la seva obra.. Barcelona 1921. La anécdota es relatada posteriormente por YAGOCESAR DE SALVADOR  en su libro. Estampas y pintores de la Barcelona Ochocentista.Barcelona 1943

 

[37]...el cual en assabentar-se un jorn d´una facècia de mal gust dels deixebles que treballaven en el seu taller, va despatxar-los tots de punta en blanc”. MARIÁ CARRATALÁ. “Del meu petit anecdotari.De com vaig coneixer el vell mestre pintor Jaume Pahissa i la impressió d´una visita a la recent exposició póstuma de las seves obres.” D´Aci i D´Allá. Setembre 1928.

 

[38] FRANCISCO CASANOVAS, .Necrología del ilustre pintor catalán Baldomero Galofre leída el 15 de noviembre, en la solemne apertura de la exposición de sus obras en el Palacio de Bellas Artes de Barcelona. Barcelona 1903 y  A. ELIAS DE MOLINS. Diccionario biográfico y bibliográfico de escritores y artistas catalanes del siglo XIX. Barcelona 1889

 

[39] Los dos socios mantenían relaciones comerciales desde 1862

 

[40]La Ilustración , 21 noviembre 1886

 

[41] La Ilustración, 21 noviembre 1886.

 

[42]Se ha formado puede decirse solo, pues si bien fue alumno de la Escuela de Bellas Artes de Barcelona, resistió siempre los preceptos académicos, abandonándose a las veleidades de su genio audaz... GÜELL Y MERCADER , La Ilustración Española y Americana, Madrid 1877

 

[43]La Ilustración, 21 noviembre 1886

 

[44]Los estatutos para concurrir al premio están redactados en el documento Premios que la Academia de Bellas Artes de esta ciudad consigna a la enseñanza de Pintura, Escultura y Grabado de esta escuela en el año escolar de 1866 a 1867... Medalla de plata y una obra análoga de mayor importancia a juicio de la Academia. Una a la clase de Composición en pintura, Otra a la de composición en escultura. Estos premios deben ganarse por oposición a la cual únicamente podrán ser admitidos los alumnos de la Escuela que en el curso presente hubieran ganado nota de Sobresaliente en la respectiva clase...Barcelona, 13 de marzo de 1867. El catedrático Secretario J. Manjarrés.

 

[45]Obtener sobresaliente era  requisito imprescindible para concurrir a la convocatoria del premio.

 

[46]Academia de Bellas Artes de Barcelona. Libro de matrícula. Enseñanza profesional de Dibujo, Pintura, Escultura y Grabado. Cursos de 1858-59 a 1868-69.En el curso 1866-67 el expediente de Galofre es el siguiente: Sin efecto académico en Dibujo del natural, Dibujo del antiguo: Núm matricula 66, Dibujo del natural: Núm. matricula 22, Paisaje: Sección 1º copia de estampa: Núm. matricula 41.Menciones honoríficas 1º y 2º. Nota aprobación Sobresaliente, Sección 2º copia del natural. Núm. matricula 3. Menciones honoríficas 1º y 2º. Nota aprobación Sobresaliente.

 

[47] Catalogo de la esposicion de objetos de arte celebrada por la Academia de Bellas Artes de Barcelona en el año de 1866. Imprenta y librería de Verdaguer. Numeros 101 y 102 del catalogo.

 

[48] X. (ROBERT ROBERT) “Esposicion barcelonesa de Bellas Artes en el año 1866”. III. Diario de Barcelona, 11 de junio de 1866.

 

[49]Perefecte modelo d´alta estatura, robusta y sanguinea complexió com la major part dels pagesos de la provincia de Girona y de l´Ampurdá, lo trajiner catalá no te generalment la colradura y tosquetat en lo vestit propi dels correadors de la terra, es per lo contraride freschs y bons colors, vesteix esmeradament, no deixa mai de portar son ganibet en la faixa y un bastó que maneja destrament...senss altre acompanyament que lo campaneitg de sos matxos. “Lo trajiner Catalá”. En La Ilustració Catalana, 10 septiembre 1880.

 

[50] El libro no se publicó hasta 1874 (Hachette) pero las entregas se fueron publicando con anterioridad en la revista Le Tour du monde , journal des voyages et voyageurs entre 1862 y 1873 por lo que el artista tuvo conocimiento de estos grabados antes de la edicion recopilatoria final del libro... En 1862 (salamanca y Valladolid), 1864 (Alcoy y Orihuela), 1866 y 1869 (Toledo a Madrid)

 

[51]Academia de Bellas Artes de Barcelona. Libro de matrícula. Enseñanza profesional de Dibujo, Pintura, Escultura y Grabado. Cursos de 1858-59 a 1868-69. Dibujo del antiguo. Núm. de matrícula 32. Dibujo del natural: Núm. de matrícula 9, colorido y composición, Núm. de matrícula 9, Grabado en dulce. Número de matrícula 3, Perspectiva: Núm. de matricula 16.

 

[52]El Principado, 4 de febrero de 1868, Pág. 789

 

[53]Revista de Bellas Artes e Histórico Arqueológica. Año III, 29 marzo de 1868.Núm.75 (Esta publicación transcribe parcialmente el texto publicado en El Principado del 4 de febrero)

 

[54]Academia de Bellas Artes de Barcelona. Libro de matrícula. Enseñanza profesional de Dibujo, Pintura, Escultura y Grabado. Cursos de 1858-59 a 1868-69

 

[55]“Ayer a la una de la tarde celebró la Academia de Bellas Artes de esta ciudad la sesión pública anual que prescribe su reglamento...Acto continuo el señor Gobernador civil, en nombre de la Academia entregó a los alumnos de la Escuela de Bellas Artes premiados en los cursos de 1865 a 1866 y de 1866 a 1867 los premios que habían ganado en oposición rigurosa. Los alumnos premiados son: Paisaje por el Natural,...D. Baldomero Galofre y Giménez.” Diario de Barcelona, lunes 10 de febrero de 1868.

 

[56]“Casi todos los agraciados se presentaron personalmente a recoger las medallas y obras que constituyen aquellos”. Diario de Barcelona, lunes 10 de febrero de 1868.

 

[57]Exposición Aragonesa de 1868. Catálogo que se publica por acuerdo de la junta directiva. Tipografía de Calisto Ariño. Zaragoza 1868.

 

[58]“La exposición resultó ser un malogrado esfuerzo a pesar de los ambiciosos planteamientos. Influyó en este fracaso, además de la profunda crisis agrícola que abatió sobre la región, los graves y turbulentos acontecimientos políticos...” ANA GARCÍA y J. RAMÓN GARCÍA RAMA. Pintores del siglo XIX. Aragón, La Rioja, Guadalajara. Zaragoza.1992.

 

[59]Presenta las obras Núm. 130 Paisaje 14 escuds, Núm. 31 id. Recuerdo de Vallvidrera 200 escuds, Núm. 132 id.id. de Cerbelló 160 escuds., Núm. 133 id.id. del río llobregat 160 escuds, Núm. 134 Marina 50 escuds, Num. 135 Paisaje: Vista de Montjuich (Para sola exposición), Núm. 136 Marina (Para sola exposición), Núm 137 Paisaje: Fantasía (Para sola exposición), Núm. 138 id. del natural 20 escuds y Núm. 139 id.id. 20 escuds.Catálogo de la exposición de objetos de arte celebrada en el edificio de la Sociedad para Exposiciones de Bellas Artes en Barcelona en su inauguración el día 20 de diciembre de 1868. Establecimiento tipográfico de Narciso Ramirez y Comp. Barcelona 1868.

Ossorio indica erróneamente que estas obras fueron expuestas en 1870 en lugar de 1868. Dato equivocado que recogen también, Elias de Molins, Rafols Iglesias y biógrafos posteriores.

 

[60]Paisaje con pitas Circa 1866, Oleo sobre tela, 45 x 73 cm. Museo de Arte Moderno de Barcelona.

 

[61] EDWARD BOWEN PRESCOTT “Modern Spanish Art” en Harper’s New Monthly Magazine. Nueva York, marzo 1888

 

[62] CASANOVAS, FRANCISCO .Necrología del ilustre pintor catalán Baldomero Galofre leída el 15 de noviembre, en la solemne apertura de la exposición de sus obras en el Palacio de Bellas Artes de Barcelona. Barcelona 1903

 

[63] ROCA Y ROCA La Vanguardia, 31 mayo 1896

 

[64] Fue el paisaje el género predilecto de Galofre en sus comienzos, y ya entonces se indicó en él una fuerza y una valentía que acusaban poderosa imaginación de artista. No siempre en aquella ocasión el éxito igualaba a los deseos y aspiraciones del pintor.Notábase con frecuencia verdadero desequilibrio entre el pensamiento y la forma en que venía traducido. Era el concepto vigoroso y atrevido y aparecía la pintura seca en algunos fragmentos, desentonada en otros, mas siempre con trozos y con rasgos que señalaban en Galofre disposiciones superiores para el cultivo del Arte, ya en la fuerza de la luz, ya en la brillantez del color, ya en la firmeza del dibujo y en el relieve de los objetos F.MIQUEL I BADÍA “La exposición Galofre en el salón Parés”.Diario de Barcelona, 1 noviembre 1886

 

[65] “La Exposición Galofre” en La Democracia, Barcelona 28 de octubre de 1886

 

[66]Prueba de la relevancia de la casa Monter como lugar de exposiciones es que la anterior muestra la realizó el  prestigioso pintor barcelonés José Serra i Porson La casa del Sr. Monter especializada sobre todo en marcos, estaba ubicada en la calle Escudillers de Barcelona. “...y es por lo común un sitio de exposiciones para las obras de nuestros más celebrados pintores”.Diario de Barcelona, 14 de enero de 1871

 

[67]Diario de Barcelona, 14 de enero de 1871

 

[68] En este aspecto aun queda por dilucidar si existía alguna relación familiar aun que fuera lejana entre la familia de Baldomero Galofre  con el capitán Esteban Galofre, residente en Valls y que comandaba el regimiento Provincial de Reus numero 51, pues existe  numerosa correspondencia   entre este último y el general Prim entre 1830 y 1844. RAFAEL OLIVAR-BERTRAND  El general Prim. Madrid 1975

 

[69] MIRALLES, ENRIQUE Cartas a Victor Balaguer Puvill libros. Barcelona y CD Rom Epistolario Victor Balaguer.

 

[70] Carta de Ramón Damón a Víctor Balaguer. 22 abril 1871 Num. 7101438 Biblioteca Víctor Balaguer Vilanueva y la Geltrú.

 

[71] Carta de Ramón Damon a Víctor Balaguer, 7 mayo 1871. Núm.7101563. Biblioteca Víctor Balaguer Vilanueva y la Geltrú.

 

[72] Carta de Baldomero Galofre a Víctor Balaguer, 3 de septiembre de 1871. Núm. .7102748 Biblioteca Víctor Balaguer Vilanueva y la Geltrú.

 

[73]Uno de estos días, poco comunes por cierto, en que la Naturaleza se atavía con sus más ricos y esplendentes vestidos de grana y oro para despedir el día, uno de estos crepúsculos vespertinos que suceden a una tarde tempestuosa de otoño; hirió la imaginación de nuestro artista y preso de verdadera fiebre, pintó sobre un lienzo en que tenía empezado un paisaje, aquel pedazo de cielo, y aquella misteriosa luz crepuscular que es la desesperación de los buenos coloristas.

El cuadro, fue exhibido en esta ciudad (Barcelona) y en Madrid en 1871, y muy celebrado por cuantos lo vieron. Es un estudio de color, y una acabada muestra del genio independiente y original dl artista. El rey Don Amadeo, honró al señor Galofre con la Cruz de Carlos III y le ofreció su protección. “La exposición Galofre” en La Democracia, Barcelona, 28 octubre 1886.

 

[74] Decreto del 26 de septiembre de 1871.Zaragoza. C. 200. Condecoraciones. Ministerio de Asuntos Exteriores. Madrid.

 

[75] “D. Víctor Balaguer” Hispania Núm. 47. Barcelona 1901

 

[76]Catalogo de la Exposicion de objetos de arte celebrada en el edificio de la sociedad para exposiciones de Bellas Artes en Barcelona. Mayo de 1871. Establecimiento tipográfico de Narciso Ramírez y Compañía. Barcelona 1871.

 

[77] MIQUEL I BADÍA, F. “Exposición barcelonesa de Bellas Artes en 1871” en Diario de Barcelona, Barcelona, 2 junio 1871.

 

[78] Resaltar a su vez que Urgell pasó el verano de 1870 en Olot junto a Joaquín Vayreda,influyendole este último en los paisajes crepusculares.